Steve Jobs, un icono de la innovación



A los 56 años, Steve Jobs se retiró de la conducción de Apple, la compañía fabricante de aparatos tan famosos como el iPod o el iPhone. La noticia de su retiro causó revuelo en el mundo de los negocios donde es considerado como una especie de Rey Midas. Logró convertir a Apple en la segunda mayor compañía del planeta por su valor en bolsa, pero no pudo evitar que las acciones de su empresa cayeran ante la noticia de su alejamiento. Se dice que su nombre es sinónimo de innovación y ocupa un lugar destacado en la historia del capitalismo norteamericano. Esta es la historia de un hombre que vive como hambriento y alocado, según él mismo ha confesado.

“La innovación no tiene nada que ver con cuánto dinero tienes para investigación y desarrollo. Cuando Apple inventó las Macs, IBM estaba gastando al menos 100 veces más en I+D. No es acerca del dinero, es acerca de las personas, cómo eres dirigido y qué tanto lo entiendes”.



Al final de la guerra de Vietnam, Steven Paul Jobs tenía 20 años, no sabía qué iba a ser de su vida, había abandonado la universidad porque era muy cara y absorbía los ahorros de sus padres adoptivos. Dormía en el suelo de las habitaciones de sus amigos, recogía botellas de gaseosa para cobrar cinco centavos de dólar por cada envase, para de esa forma poder comer cada día. Steve Jobs dice que una de las mejores cosas que le paso en la vida fue abandonar la universidad para dedicarse a aprender cosas que le iban a servir de forma práctica en su vida. Estudió “cosas interesantes” que quizá en ese momento no parecían tener valor práctico, pero que iban a marcar su futuro. Uno de esos estudios fue la caligrafía. Aprendió todo sobre el dibujo de las letras. “Diez años después, cuando estaba diseñando la computadora Macintosh, esos conocimientos (de caligrafía) volvieron a mí y fue la primera computadora con bonitas tipografías. Si nunca hubiera asistido a ese curso de caligrafía las computadoras quizá nunca hubieran tenido tipografías múltiples, ni textos con espacios proporcionados. Y, como nuestra competencia no hizo más que copiar a la Macintosh, es probable que ninguna computadora personal tuviera estas tipografías hoy en día”, contó Steve Jobs en un discurso en la Universidad de Stanford.

Steve Jobs ha influenciado decididamente en la cultura contemporánea y en el mundo de los negocios. Es el creador de Pixar, la empresa que impuso el cine animado en el gusto del público global con películas como Toy History; transformó la industria de las computadoras con todos los modelos de las Mac y su sistema operativo OSX; y por si fuera poco, le dio un giro de 180 grados al negocio de la música con la tienda de música iTunes, que vende a 99 centavos de dólar la canción; además, lanzó al mercado el deseado teléfono celular iPhone y hace poco ha revolucionado el mundo del Internet y las computadoras con la tableta iPad. Para alargar un poco más la lista, debemos decir que cada uno de los diseños de sus productos es reconocido como de vanguardia y muy a la moda. Steve Jobs dice que el secreto de su éxito es vivir cada día de su vida como si fuera el último. “Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco para evitar pensar que tienes algo que perder. Ante la muerte uno está desnudo, entonces no hay razón para no seguir a los impulsos de tu corazón y a tu intuición. Hay que vivir la vida como si estuviéramos hambrientos y alocados”, señala Steve Jobs. Clayton Christensen, profesor de la escuela de administración y negocios de la Universidad de Harvard, sostuvo en su blog de la agencia de noticias Reuters que Steve Jobs ha conducido a Apple como si fuera una empresa que no piensa en las ganancias y la rentabilidad. Christensen señala que la mayoría de empresas, cuando crecen lo suficiente y dominan el mercado, tienden a perder la capacidad de encontrar nuevas oportunidades de crecimiento.

“Las empresas se convierten en miopes, sólo escuchan a sus mejores clientes. Se centran de manera desproporcionada en sus productos más rentables. Esto ha pasado con los fabricantes de automóviles estadounidenses que solo veían ganancias y abandonaron los mercados menos rentables. Los japoneses llegaron con sus vehículos más pequeños y baratos. No pasó mucho tiempo antes de que Toyota se hiciera del mercado. Ahora, los japoneses van por el mismo proceso, defendiéndose de los coreanos”, comenta el profesor de Harvard. “En el caso de Apple la cosa no ha sido así. Steve Jobs y sus colaboradores se tomaron en serio la ley de que los clientes son lo primero… La rentabilidad no es su centro de decisiones. Normalmente, los gerentes escogen entre la rentabilidad y hacen a un lado los requerimientos del cliente. Dejan para las empresas nuevas la innovación. El enfoque de Apple es la fabricación de productos verdaderamente buenos, bonitos, productos tan buenos que sus propios empleados quieren usarlos. Esta filosofía la ha convertido en una de las empresas más innovadoras del mundo. El legado de Steve Jobs no es la Macintosh. No es el iPhone. O el IPAD. Su legado es la creación de la propia Apple, que nos recuerda que la rentabilidad no es el objetivo final, sino más bien una consecuencia de algo más grande”, agrega el especialista en negocios. Quizá la siguiente anécdota de Vic Gundotra, trabajador de Google, la competencia de Apple en algunos segmentos de mercado, pueda ilustrarnos mejor.

Vic cuenta que cuando era encargado del departamento de aplicaciones móviles de Google recibió una llamada de Steve Jobs. Muy nervioso recibió la llamada. Era domingo. Steve le dijo: Mira Vic, tenemos un problema urgente, uno que necesito solucionar pronto. Ya he asignado a alguien de mi equipo para ayudarte y espero que se pueda solucionar este problema mañana mismo. He estado mirando el logotipo de Google en el iPhone y no estoy contento con el icono. La segunda “o” en Google no tiene el tono de amarillo correcto. Es implemente erróneo y voy a asignar a Greg para arreglarlo mañana. ¿Te parece bien? Vic Gundotra recuerda en su cuenta de Google+ la grandeza, el liderazgo, la pasión y el gusto por el detalle que ese domingo Steve Jobs le enseñó”. Steve Jobs se despidió de Apple señalando que está seguro de que los días más brillantes e innovadores de Apple están aún por llegar.



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