Cuando nos independizamos, lo hacemos con la ilusión de conseguir un techo propio. Una vez se cumple este objetivo, buscamos equipar el lugar con elementos y artefactos para una mejor calidad de vida. Generalmente, al principio, llevamos un tren de vida acelerado, el cual amerita hacer ciertas tareas en poco tiempo. Una labor que suele demandar tiempo y atención es cocinar.
Una manera de preparar comida en poco tiempo es mediante el uso de cocinas de inducción. Este electrodoméstico es muy popular entre jóvenes que se acaban de independizar, así como también entre estudiantes y roomies.
Cocina de inducción: ¿Qué es?
Se trata de un tipo de cocina fabricada con vidrio y cerámica. En ella, podemos elaborar diferentes preparaciones por medio del contacto directo entre ollas o sartenes con una fuente de calor. Dicha fuente de calor surge de la transmisión de en energía de un campo magnético.
Este tipo de cocina tiene la particularidad que poseer un vidrio que separa la fuente de calor del recipiente donde se va a preparar la comida. No requiere de gas ni resistencia eléctrica.
Cocina de inducción: ¿Cómo funciona?
En la cocina de inducción se produce un campo electromagnético, con el cual se calientan ollas y sartenes al entrar en contacto con la hornilla.
Ese campo electromagnético se forma tras conectar el enchufe del electrodoméstico a un tomacorriente. Luego de encender el aparato, las bobinas de cobre que se encuentran en el interior se hacen cargo de crear el campo magnético. Dicho campo cambiará el sentido de su movimiento continuamente.
De esta manera, cuando las ollas o sartenes estén en contacto con la hornilla, el campo magnético dará paso a una corriente de calor. Esta corriente se producirá dentro del metal de dichos utensilios, lo que impedirá la pérdida de energía de consumo.
No obstante, es sumamente importante tomar en consideración que los utensilios deben ser de acero. Son el único material con el cual la cocina de inducción funcionará adecuadamente. Las ollas no pueden ser de vidrio, cerámica, aluminio o cobre. Si no sabes distinguir el material de tus ollas o sartenes, prueba el imán del artefacto. Si se adhiere a los utensilios, puedes usarlos con la cocina de inducción sin problemas.
¿Cómo usarla?
Preparar comida en una cocina de inducción toma mucho menos tiempo que una cocina eléctrica o de gas. Sin embargo, seguir algunas pautas para tener el resultado esperado:
- Las cocinas de inducción no pueden usarse con cualquier recipiente. Se recomiendan aquellos que se adhieran al imán, especialmente los de acero.
- Los alimentos deben cocinarse bajo una temperatura adecuada.
- Es necesaria la energía eléctrica para el correcto funcionamiento de la cocina de inducción.
- Todos los ingredientes del platillo deben estar cortados antes de encender la cocina de inducción.
- No se debe tocar la superficie de la cocina de inducción, ni durante, ni después del cocinado.
Cocina de inducción: ¿Cuáles son las ventajas que nos ofrece?
Antes de proceder a comprar un ejemplar de este artefacto eléctrico, es relevante estudiar las diferentes ventajas que nos puede ofrecer. Teniendo conocimiento de ello, podremos sacarles tanto provecho como sea posible.
Rápida cocción
Una cocina de inducción tiene la capacidad de calentar la comida en un tercio del tiempo de otras cocinas eléctricas. Esto nos permitirá tener muchas de nuestras recetas preferidas en muy poco tiempo. Este tipo de cocina se consigue en el mercado con una potencia que puede variar entre los 1600 y los 2000 watts.
Portabilidad
Las cocinas de inducción suelen venir en tamaños pequeños y ligeros de peso, por lo cual su almacenamiento nos permite ahorrar espacio en casa. Esto es un aspecto importante para aquellos que acaban de independizarse o viven en departamentos pequeños. Este tipo de cocina es una alternativa práctica que, además de ocupar poco espacio, también puede ser transportada con facilidad de un lugar a otro.
Eficiencia energética
Este electrodoméstico destaca en el mercado debido a su bajo consumo de energía, a diferencia de otras cocinas. Tiene una tecnología que permite detectar las ollas y sartenes compatibles y se apaga de forma automática tras retirar la olla de la superficie.
Fácil limpieza
Este tipo de cocina no se sobrecalienta, por lo que, a diferencia de otras cocinas, ningún residuo permanece quemado o adherido. De esta manera, la cocina de inducción puede conservarse en buen estado, ya que su proceso de limpieza resulta más sencillo. Simplemente, se necesita de un paño húmedo para que el artefacto quede completamente impoluto.
Cocina de inducción: ¿Cómo se diferencia de una cocina eléctrica?
En primera instancia, ambas generan calor de formas diferentes. La eléctrica produce calor mediante resistencia eléctrica, mientras que la de inducción lo hace con el campo electromagnético que se forma al encender el aparato.
Por otra parte, también se diferencian en la velocidad de cocción. La cocina de inducción puede calentar la comida en menos tiempo, pues la olla o sartén recibe el calor directamente del campo electromagnético. La cocina eléctrica debe calentar sus hornillas para luego transmitir el calor a los recipientes.
Asimismo, las cocinas de inducción resultan más seguras que las eléctricas, pues solo se calientan al entrar en contacto con recipientes compatibles. Las cocinas eléctricas se calientan en su totalidad, aunque no haya recipientes sobre las hornillas.
Cocina de inducción: ¿Cómo elegir una?
Elegir una cocina de inducción es un proceso que puede parecer difícil, al igual que con cualquier otro electrodoméstico. Para seleccionar un ejemplar, debemos manejarnos con tres criterios:
Diseño y tamaño
En el mercado, podemos encontrar numerosos ejemplares de cocina de inducción. Podemos encontrar versiones gruesas con botones o delgadas táctiles. En este caso, dependemos del presupuesto y el espacio que tengamos en cocina para decidir el diseño y el tamaño que más nos conviene.
Capacidad de hornillas
Punto importante que no podemos pasar por alto. Debemos tomar en cuenta cuántas hornillas posee la cocina de inducción. Los modelos pueden variar, pueden ser de una hasta cinco hornillas. En este sentido, debemos analizar nuestra necesidad y capacidad de hacer varias preparaciones de forma simultánea.
Potencia y temperatura
Esto varía en cada modelo. La temperatura puede alcanzar un máximo de 240°, mientras que la potencia puede llegar a un punto máximo de 3500 watts. Este alcance permitirá cocinar los alimentos rápidamente.