Seguramente has pasado por ese proceso de reconstrucción en tu empresa o deseas darle un nuevo giro a eso que has estado haciendo hasta ahora, pero ¿por dónde comenzar? ¡Esa es la gran incógnita! Antes que nada es importante que te enfoques en estos puntos:
- Ten un objetivo claro: Piensa qué es exactamente lo que quieres lograr y cuál es tu fin último para cumplir los objetivos de tu empresa. No trates de hacer mucho a la vez, si no perderás enfoque y tus metas se quedarán únicamente como un deseo en vez de un plan.
- Sé consciente de qué tienes y a dónde quieres llegar: De esta manera te será más fácil no perder de vista con qué recursos cuentas y si realmente es viable lo que quieres hacer.
- Si tienes un equipo de trabajo: No importa el número de personas, ya sean 2, 5, 10, 20 o más, es importante que te reúnas con ellos y los tomes en cuenta. Haz una dinámica en la que todos puedan participar, algo que sea hasta un poco informal para que todos se sientan cómodos y no duden en decir sus propuestas, pues al final una empresa la hacen todos los que trabajan ahí.
- Asigna encargados o coordinadores por área: Sé realista de acuerdo al tamaño de tu empresa y piensa: entre más pequeña sea, lo ideal es enfocarte en ofrecer menos servicios, y si lo que buscas es expandirte y ofrecer más, considera contratar más personas.
- Plantea posibles escenarios: Para que tengas una idea de qué hacer en caso de que algo no salga exactamente como lo planeabas.
- Sé consciente de los tiempos de tu equipo y plantea metas: Primero piensa qué quieres lograr a corto, mediano y largo plazo, tomando en cuenta las tareas que realizan cada uno de los integrantes de tu equipo para saber cómo dosificar los nuevos proyectos.
- Comprométete: Esto es lo más importante de todo. Para que los empleados se motiven tú tienes que sentirte motivado y que te vean comprometido con el proyecto. Un jefe debe ser más que alguien que solo da órdenes y se sienta en su escritorio a esperar que le den resultados, un buen jefe es proactivo y trabaja de la mano con su equipo.
- Invierte: Una vez que hayas tomado una decisión y pensado bien cual es tu necesidad más próxima o lo que más le hace falta a tu empresa, lo que sigue es buscar expertos que te asesoren, considerar mejores sueldos, comisiones o premios de productividad para tu equipo de trabajo, comprar equipo nuevo, etc.