Perú, lo digo frecuentemente, es de los países que tiene aún una porción muy pequeña de la torta en comercio electrónico. Una de las razones, sin duda es la desconfianza, pero la otra igualmente principal es lo que se denomina analfabetismo digital.
Lo primero que debemos saber es que aquí en el mundo real, como allá, en el digital, existen las mismas personas, es decir, los buenos y los malos. Los mismos casos de robos, estafas o engaños que suceden a diario alrededor de tu barrio, sucede en Internet. La diferencia es que tu ya conoces tu barrio, mientras que el mundo digital es todavía muy grande y tiene muchas normas que no conocemos.
Si deseas comprar y temes que alguien en ese mundo virtual te engañe, sigue los siguientes consejos:
Demasiado bueno para ser verdad.
No siempre es exacta esta frase. Muchas mujeres han perdido a su “príncipe azul” solo porque eran demasiado perfectos. Pero en fin, en el mundo digital si una web ofrece demasiado por tan poco, es de dudar. Si es el caso, es muy fácil comprobarlo: Busca el teléfono o email por algún lado, en la web, en los foros y redes sociales y contacta con ellos. Si no te contestan el email o no encuentras un teléfono cómo ubicarlos, es mejor que no compres allí. Yo suelo revisar incluso la ortografía del mensaje y me da mala señal cuando ni siquiera se toman el tiempo para responder correctamente.
Poca información.
Una web decente, te brinda toda la información que tu necesitas para tomar una decisión. Estamos hablando de tu dinero y de una lógica de compra que no utilizas normalmente en el mundo offline, es decir, pagar antes de tener el producto en tus manos. Sin embargo, comprar en línea debiera ser un ejercicio similar a cómo cuando compras en alguna tienda: no creo que nadie compre sin preguntar. En este caso revisa si la información del producto o servicio es suficiente y si coincide con lo que tu tienes en mente comprar. Otra vez, si el vendedor, en este caso la web, no te dice todo lo que tu quieres saber, entonces desconfía.
Política de ventas.
Lo que muy poca gente lee cuando hace negocios, es la letra pequeña. Firmamos contratos y pagarés y abrimos cuenta en los bancos sin leer la letra menuda. Mala costumbre. Tampoco nos enteramos cuando nos casamos por religioso que tenemos más razones para separarnos: si lo supiéramos no haría falta el divorcio.
Lo primero que tienes que hacer cuando decides comprar en alguna tienda online es darte un tiempo para leer los TÉRMINOS Y CONDICIONES. ¿Que la página no la tiene? Mala señal. ¿Qué es demasiado largo como para leerlo? Mala señal para ti, los textos se han hecho para leerlos. Luego crees haber sido engañado, no le eches la culpa a la tienda, que a lo mejor lo decía en sus Términos y Condiciones.
¿Dónde está el vendedor?
Una de las razones por las que el peruano medio no compra en Internet (aunque felizmente esta tendencia está cambiando radicalmente) es que se les hace difícil comprar donde nadie le da la bienvenida o le diga “gracias” y le de la mano al salir del local. Hay costumbres bastante curiosas entre nosotros, como por ejemplo preguntarle su nombre al vendedor a la espera de encontrar alguna señal de confianza: a lo mejor se llama como yo, o a lo mejor sus padres son del mismo lugar que el mio. ¿Acaso no te sientes más seguro con el mecánico de tu automóvil cuando éste es del mismo equipo de fútbol que el tuyo o te tomas una cerveza con él cuando termina el trabajo?
Esa familiaridad no existe, o no es tan real en la red. Aparentemente. Detrás de una tienda online existen personas de carne y hueso. Lo que debes hacer tu -y ese es el gran problema de todos- es saber si quienes te van a vender son tan confiables como para confiarles tu dinero.
Busca información sobre la empresa que administra la web y si tienes dudas, revisa la información en Sunat. Investiga lo suficiente, tampoco es cuestión de convertir esto en una paranoia. Puede tratarse de una tienda pequeña que no necesariamente tiene registro tributario, pero entonces existen otras señales como la información del dueño de la web, por ejemplo, su correo electrónico, su teléfono y hasta su perfil en las redes sociales. Pues búscalo y trata de hablar directamente con él. ¿Qué la tienda es de otro país? Pues utiliza tu Skype y realiza una llamada al extranjero. En el siglo XXI las llamadas al extranjero son tan baratas como hacer una llamada local.
La compra tímida.
He notado que algunas personas prefieren realizar una compra muy pequeña y luego, si todo va bien, empiezan a comprar mas. No es mala idea. Si ya seguiste los pasos anteriores, este paso te puede permitir conocer exactamente como funciona la web, cómo funciona su sistema de ventas y quitarte las dudas. Si pasa algo, pues perdiste muy poco. Créeme que esto es mas normal de lo que parece y lo haces todos los días, por ejemplo cuando ingresas a un restaurante que no conoces y solo pides el plato más barato “para probar la sazón”.
Seguridad.
En este mundo no existe la seguridad total. Ni en línea, ni fuera de ella. Quien vive preocupado por la seguridad, que gaste todo su dinero en montar un fortín en su propio hogar o que construya un bunker anti bombas. Ya encontrará el ladrón una manera para colarse. Si te sientes seguro así, enhorabuena.
En la web lo importante es conocer las medidas necesarias para comprar. Las web peruanas utilizan por lo general buenos proveedores de pago que ofrecen la seguridad que se requiere para una transacción electrónica satisfactoria. Si tienes problemas, tienes canales de comunicación directa con las que contactar y poder resolverlos. En estos temas prima la opinión del comprador, solo tienes que elegir los canales adecuados para presentar tu queja.
Paciencia.
Si sospechas de un problema de estafa o engaño, primero comunícate con la web y pide que te digan EN QUE TIEMPO PODRÁN RESOLVERLO. Agotado ese tiempo, pasa a una siguiente instancia: comunícate con tu medio de pago. No apures los pasos, no te desesperes; aunque las personas involucradas quieren ayudarte, hay tiempos y plazos que respetar. Una devolución de dinero electrónico toma de 5 a 20 días, una investigación sobre un producto que se atascó en el correo puede tomar meses (sobre todo si se trata de Serpost), no todo se resuelve de inmediato.
Lo importante es no perder el control. Y leer, esa es la clave de todo. Lo digo con experiencia: a veces los clientes se sienten engañados porque creyeron encontrar un beneficio allí donde no lo había (por ejemplo los costos de envío gratis solo funcionan para determinadas ciudades y sobre una compra mínima) o tal o cual oferta es válida para tal o cual día de la semana.
Mil disculpas por el retraso en escribir, pero es que he estado con demasiado trabajo. Gracias por los comentarios, trataré de postear con mayor regularidad. Hasta pronto.