Por qué decidí ser emprendedor



Desde muy pequeño me contaban historias de mi abuelo, de la tienda que tenía y como siempre estaba llena de personas por el buen trato que él tenía con ellos. Escuchaba también a mi padre cuando me contaba lo bien que le fue cuando decidió ser empresario. Me explicaba que nunca es fácil pero que la recompensa era siempre gratificante. Me contaba que era feliz cuando veía que a través de sus empresas muchas personas podían llevarles comida a sus familias, que muchos papás podían pagarles los estudios a sus hijos. Me contaba que eso era lo que más lo motivaba, el hecho de poder ayudar.

Crecí con historias de emprendimiento siempre sobre mi cabeza y por eso decidí usar mi rebeldía para nunca olvidarme que quería ser un emprendedor porque cuando sientes que no encajas en ninguna empresa quizás es porque estás llamado a crear una. Si puedes sacrificar un poco tu presente por tu futuro, si en vez de querer trabajar para una gran compañía tú sueñas con construir una entonces este también puede ser tu camino.



Y lo primero que hice fue actuar como empresario antes de serlo. En todos los trabajos que tenía siempre trataba de solucionar los problemas como si fuese el dueño del lugar, mi forma de recibir a los clientes, mi pasión por concretar una venta, mi entusiasmo día a día al llegar, mis ganas de saludar a todos los colaboradores, todo eso eran solo entrenamientos para cuando me tocara ser el dueño de la empresa. Observaba cada detalle de lo que pasaba, me preocupaba por hablar con todo el personal, desde mantenimiento hasta gerentes, quería saber cómo se sentía “mi equipo”, intentaba ayudarlos en lo que podía y cuando terminaba de hacerlo solo me repetía una y otra vez: “Soy un buen empresario”.

Escucho a muchas personas hablar de emprendimiento. Para algunos de ellos el tema es el dinero. Su motivación central es cuántas utilidades quedan al final de año olvidándose de las personas. No tengo nada en contra de ustedes pero somos distintos. Yo busco crear oportunidades para las personas. Busco inspirarlas a través de mi liderazgo y bajar los índices de pobreza de mi país. Yo sueño con formar el grupo empresarial más grande del mundo no para llenarme los bolsillos sino porque es la mejor herramienta que he encontrado para hacer de este un mundo mejor. Por eso decidí ser emprendedor.



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