Estos tres conceptos a mi entender están presentes, en prácticamente toda actividad productiva- comercial, el agro no se escapa a ello, menos cuando sus procesos comerciales están sujetos a estacionalidades e incertidumbres, como el clima y los mercados internacionales, para el caso de quienes exportan.
Tratar de conjugar estos tres conceptos, para que el resultado final corresponda a la proyección viable y sustentable de la actividad, muchas veces parece imposible. Más aún cuando muchas empresas del sector están en un ambiente adverso producto de altos niveles de endeudamiento, bajo acceso al crédito, mercados internacionales con escenarios complejos y un dólar que se ha mostrado a la baja sin intenciones aparentes de subir, en el caso de las dos últimas, con un impacto sustancial este último año para las que exportan en el sector agro.
Por tanto quienes logren conjugar la ecuación, tienen más posibilidades de proyectarse como empresas viables en el tiempo, para ello, primero partamos de un supuesto, y después desglosemos los tres conceptos:
Supuesto: los mercados internacionales, y por consecuencia el nacional, cada cierto tiempo estan expuestos a crisis económicas o financieras que ponen en riesgo determinadas actividades económicas, pero en particular estos últimos cuatro años la incertidumbre de los mercados ha estado presente de manera casi constante, por lo tanto es tiempo de pensar que estas coyunturas económicas llegaron para quedarse, y con la posibilidad de que en el futuro sean parte de la normalidad, más que eventos esporádicos, aprendiendo a vivir con ellas.
Sobrevivir: es prácticamente lo que toda empresa realiza a diario, y en el caso particular de la Pyme en el agro, es lo que actualmente los mantiene vivos con esa fuerza que conocemos. Más allá de adversidad es, el problema se presenta en los momentos difíciles cuando sobrevivir no permite ver oportunidades, o espacios para salir dicha situación, desaprovechando las ventajas de mercado ya ganadas, o peor aún, cayendo en morosidad o Dicom, lo que les cierra cualquier tipo de financiamiento, acrecentado muchas veces por grandes clientes que demoran y tramitan considerablemente los pagos.
Crecer: dice relación con la capacidad de aumentar la producción y el volumen de ventas, donde el mercado exterior es siempre una alternativa, en este sentido contamos con un sinnúmero de acuerdos comerciales internacionales, pero faltos de una política pública que apoye las iniciativas de las empresas para ello, y por otro lado muchas veces el sobrevivir no las deja crecer.
Mejorar: dice relación con la capacidad de hacer más eficiente el proceso productivo (asociado muchas veces a tecnología) o agregar valor a los productos (asociado a veces con innovación), finalmente lo que logra diferenciar un producto en particular, con el objeto de posicionarlo ser valorado por el cliente. Lo negativo es que el mejorar se ve como algo que pueden hacer sólo unos cuantos, involucrando grandes inversiones.
En una conclusión simple y pesimista parece que conjugar o resolver la ecuación, es casi imposibl ya que para potenciar uno de sus componentes muchas veces hay que descuidar los otros, pero la verdad es que ya muchas empresas han ido logrando conjugarla y resolverla, por lo mismo los invito a ver experiencias exitosas en el mundo del agro, que han permitido a muchas empresas sobrevivir, crecer y mejorar, con el objeto de poder reflexionar sobre esas iniciativas, y en buen chileno, tomar lo bueno y adaptarlo a una realidad individual, despertar oportunidades que se están presentando y no las vemos por abocarnos al día a día o aprender de ellas para desarrollar nuestro sector.