¿Cómo envías tus productos a tus clientes?



Hace unos meses, en la oficina Serpost de Miraflores, tuve que esperar sentado unos buenos minutos para que me atiendan. Una pareja de jóvenes iba a enviar una muestra de sus productos a algún cliente en el exterior y la empleada los estaba ayudando recortando la caja, colocando despreocupadamente los productos en su interior, sellándola apresuradamente con cinta adhesiva… Mientras los veía trabajar imaginaba esa caja llegando a destino. Pensé inmediatamente en la última caja que llegó a mi domicilio de Amazon.com pero también en la que envié cargada de libros que llegaron totalmente estropeados a su destino en Suiza.

¿Qué tan importante es el tema del empaque en nuestra empresa de comercio electrónico? Esto de llevar los productos a embalar en la misma oficina de correos es algo habitual entre nosotros, ¿queremos acaso ahorrarnos la caja y la cinta adhesiva?

Nos olvidamos que la caja, el empaque, antes de llegar a las manos de nuestros clientes, tendrá que recorrer un larguísimo trecho no exento de manipuleo, revisiones exhaustivas, riesgos de pérdidas o confusiones de rutas y hasta sufrirá las consecuencias del clima. Llegará sucia, magullada, casi estropeada. Aún así, cada que nos llega un pedido con los productos en su interior correctamente etiquetados y/o rotulados, protegidos con plástico, burbupack o bolas de espuma y en una caja impresa con la debida información de la empresa que lo envía, sentimos con satisfacción que hemos sido muy bien atendidos y elegido un buen proveedor.



Esto lo aprendí, como todos, echando a perder muchos envíos. Tan pronto tenía uno, utilizaba la primera caja que encontraba en casa, así fuera de leche evaporada o de galletas, e intentaba tapar la marca comercial con abundante papel blanco. Luego, cogía un plumón y escribía encima la dirección de mi eventual comprador.

Hasta que me dio vergüenza hacerlo. Conseguí un pequeño proveedor de cajas de cartón y le mandé a confeccionar cierta cantidad a medida, incluyendo el servicio de impresión. Con el tiempo adquirí un sistema que me permite sincronizar las direcciones de mis clientes con sus pedidos e imprimirlas en las respectivas etiquetas de envío, junto con la información del pedido en código de barras.

Cuando me enteré que los envíos a Europa llegan -en ocasiones- totalmente empapados, preparaba los envíos con más cuidado, envolviendo cada producto (recuerden que mi tienda online vende libros) cuidadosamente en papel film y en burbupack. Las ventas empezaron a crecer, me imagino, porque al otro lado del mundo alguien sentía satisfacción al abrir la caja y encontrarse con su producto intacto y en buenas condiciones.

Así que mi consejo es: No dejen en manos de otros el empaque de sus productos (a menos claro, que se trate de un servicio logístico profesional). Inviertan en sus propias cajas o al menos, tomen las debidas precauciones para que su envío llegue en excelentes condiciones a destino. Y no solo eso. Sepan que el servicio online, no empieza ni termina en una web o un carrito de compras. La confianza se logra en la totalidad.





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